¿Corrompen el sistema las corporaciones y bancos, o es el problema el sistema capitalista?

A continuación una trascripción ligeramente revisada de una charla que Raymond Lotta ha dado varias veces en Ocupar Wall Street en el Parque Zuccotti en Nueva York. Reimpreso de Revolución #252, 11 de diciembre de 2011 disponible también en revcom.us

El movimiento Ocupar Wall Street es un gran y trascendental acontecimiento. Es una brisa fresca de resistencia. Estamos protestando contra las múltiples atrocidades de este sistema, no sólo una. Ocupar Wall Street está planteando grandes interrogantes acerca de la fuente de esas atrocidades y cómo dar lugar a un mundo radicalmente diferente y mejor. ¡Y ha forjado espacio en que podemos hablar de todo esto! Así que me alegro mucho de estar aquí con ustedes.

Mi presentación se titula: "¿Corrompen el sistema las corporaciones y bancos, o es el problema el sistema capitalista?"

Desde luego, la gente tiene razón al estar indignada sobre lo que hacen las corporaciones y bancos.
  • Miren lo que hizo British Petroleum (BP) en el Golfo de México el año pasado: causó el peor desastre ambiental en la historia de Estados Unidos.
  • La gente tiene razón al estar indignada por los bancos que han lucrado con las operaciones financieras que causaron el desalojo de sus casas a millones de personas. Y cuando Goldman-Sachs olió el lío con los préstamos subprime, cambió a los productos alimenticios a futuro — lo que contribuyó al aumento de precios de los alimentos en el mundo así como del hambre y la inanición para millones de personas en el tercer mundo.
  • Steve Jobs murió hace poco y lo están alabando por su "búsqueda del sueño de lo perfecto". Pero no existiría ningún Steve Jobs ni Apple sin la red global de explotación. Me refiero a la cadena corporativa de abastecimiento controlada desde Silicon Valley. Me refiero a los fabricantes contratados como Foxconn que montan el iPhone y el iPad en China en fábricas donde obligan a las personas a trabajar 60 horas por semana, donde las envenenan con químicos peligrosos y les niegan los derechos básicos, donde —en una planta de Foxconn— una docena de trabajadores se han suicidado de desesperación.

Corporaciones y bancos: Parte de algo más grande

Pero si odiamos lo que están haciendo las corporaciones y bancos, y lo queremos parar, tenemos que examinar algo más grande de lo que son parte, y esto es un sistema capitalista que funciona según una cierta dinámica.

Piensen en esto: corporaciones y bancos específicos no existen para siempre: son comprados y vendidos. Se fusionan, como JP Morgan y Chase, o Texaco y Chevron. Entran en bancarrota como resultado de la competencia y crisis, como Lehman Brothers. Cambian de una a otra línea de productos, como IBM y el p.c., o la incursión de Apple en el territorio de Google.

Una corporación o banco trasnacional, con enormes activos globales, encarna el sistema económico bajo el cual vivimos. Las corporaciones trasnacionales son unidades para la producción y acumulación de ganancias, sea el montaje de coches por Toyota o la excavación por petróleo de Exxon-Mobil. En el caso de los bancos, son unidades para maximizar las ganancias financieras a partir de operaciones a través del globo. Una corporación es un instrumento para la explotación organizada del trabajo asalariado. Es un instrumento por medio de lo cual penetran y acaparan mercados y se apoderan de recursos, tal como hacen las compañías petroleras en el Ártico. Estas corporaciones y bancos son instrumentos —pero no los únicos instrumentos— de la propiedad y control por parte de la clase capitalista.

Lo que estoy señalando es que estas corporaciones y bancos son fichas —y no las únicas— en un tablero de ajedrez global del capitalismo-imperialismo. Y este tablero, esta cancha de competencia brutal, funciona según ciertas reglas. Al igual que el baloncesto o el fútbol, existen reglas del partido. Si un jugador de baloncesto diera una patada al balón al estilo fútbol, se vendría a pedazos el partido en su conjunto. Examinemos estas reglas:

El capitalismo funciona bajo ciertas reglas

REGLA #1: Todas las cosas son mercancías y hay que hacer todo por las ganancias. Bajo el capitalismo se produce todo para cambiarlo, para venderlo. Las cosas tienen que tener utilidad para ser vendidas. Pero lo que se produce concretamente, y cómo se produce, se pide y motiva por las ganancias: sea viviendas, computadoras, medicina, energía… lo que sea. Y las ganancias provienen de la explotación de miles de millones de seres humanos en este planeta.

Otro crimen: bajo el capitalismo, el medio ambiente —por ejemplo la selva de Ecuador donde Texaco excavó en busca del petróleo— es algo para tomar y saquear por las ganancias.

REGLA #2: La producción capitalista es de propiedad privada e impulsada por el mandamiento de "expandirse o morir". Exxon-Mobil y Royal Dutch Shell o Credit Suisse y JP Morgan Chase se pelean entre sí por participaciones en el mercado. Tienen una compulsión de aumentar inversiones y reducir costos, no principalmente por avaricia personal sino porque si no aumentan y siguen acumulando cada vez más ganancias, si no explotan cada vez más despiadadamente la mano de obra a escala mundial, no sobrevivirán — se hundirán o serán engullidos por otros.

Este sistema está totalmente empapado de la competencia. Vencer o ser vencido. Cuando BP limpiaba el derrame de petróleo, las otras compañías petroleras no acudieron para compartir su conocimiento y equipo oceanográfico. No. Esas otras compañías querían sacar provecho de la situación. Según el New York Times, a Shell y Exxon-Mobil "se les estaba haciendo agua la boca" ante las posibilidades de engullirse a BP. Esa compulsión de "expandirse o morir" lleva a más, y más poderosas, unidades de capital.

REGLA #3: Es la compulsión y cruzada por el control y dominio global. El capitalismo es un sistema mundial. Existe una gran división en el mundo entre los países imperialistas y oprimidos. En esta cancha de juego mundial las corporaciones y los bancos se compiten entre sí por influencia y control, como las corporaciones petroleras que operan en el mar fuera de la costa de África Occidental. Pero la forma de rivalidad más intensa ocurre entre las potencias mundiales que contienden por posición y ventaja estratégica, sobre regiones, mercados y recursos. Esto ha provocado guerras de conquista, como la que Estados Unidos realizó en Filipinas o los franceses en Argelia, o la invasión de Estados Unidos a Irak. Y esta compulsión y cruzada por control y dominio global ha llevado a dos guerras mundiales.

Estas son las reglas del juego: la ganancia basada en la explotación del trabajo; expandirse o morir; y la compulsión por el dominio global. El que hablemos de una corporación o un banco, ambos se guían por estas reglas — y ambos juegan roles esenciales y funcionales en este sistema de producción capitalista, un sistema de explotación mundial.

En Lo BAsico Bob Avakian da una definición vívida del capitalismo-imperialismo:
"Imperialismo quiere decir enormes monopolios e instituciones financieras que controlan las economías y sistemas políticos —y la vida de la gente— no solamente en un país sino en todo el mundo. Imperialismo quiere decir explotadores parasíticos que oprimen a centenares de millones de personas, condenándolas a incalculable miseria; financistas parasíticos capaces de hacer pasar hambre a millones simplemente presionando una tecla de una computadora y trasladando de esa manera grandes cantidades de riqueza de un lugar a otro. Imperialismo quiere decir guerra —guerra para suprimir la resistencia y rebelión de los oprimidos, y guerra entre los estados imperialistas rivales—, quiere decir la capacidad de líderes de estos estados de condenar a la humanidad a increíble devastación, quizás hasta la aniquilación total al oprimir un botón.
"El imperialismo es el capitalismo en la etapa en que sus contradicciones básicas han alcanzado un nivel extremadamente explosivo. Pero el imperialismo también significa que habrá revolución —el levantamiento de los oprimidos para derrotar a sus explotadores y atormentadores— y que esta revolución será una lucha mundial para barrer a ese monstruo global, el imperialismo". (Lo BAsico 1:6)

El capitalismo y el estado

Esas tres leyes económicas que he explicado son la base del sistema capitalista imperialista. Pero la conservación y expansión de este sistema requiere un poder estatal, porque el capital es privado y compite. Pero los capitalistas de un país dado tienen intereses en común —sean los de Estados Unidos, de Francia, de Rusia o de Alemania. El poder estatal en Francia actúa para salvaguardar los intereses estratégicos comunes del capital francés — y lo mismo en Japón, Rusia y Estados Unidos.

La clase capitalista domina la economía. Controla los principales medios de producción —la tierra, las materias primas y otros recursos, la tecnología y las estructuras físicas, como las fabricas. El gobierno es una parte clave del poder estatal que la clase capitalista controla, no importa quién sea el presidente. Pero este estado juega un papel especial en la sociedad. No sirve los intereses de esta o aquella corporación o banco. Este sirve para proteger y expandir el sistema económico y para mantener funcionando la sociedad entera como una sociedad capitalista, ¿Cuáles son las cosas claves que hace el estado?
  • Mantiene un monopolio sobre el uso legítimo de la fuerza. Despliega la policía y las cortes y las prisiones para reprimir cualquier resistencia desde abajo. Vimos en los años 60 cómo las acciones del gobierno aplastaron al Partido Pantera Negra. Aquí en la Ciudad de Nueva York, la policía arresta a los activistas contra la guerra, confrontaron a los manifestantes de Ocupar Wall Street en el puente Brooklyn y cada año paran y registran a cientos de miles de jóvenes negros y latinos —como parte de ejercer el control social sobre un sector de la población marginado y potencialmente rebelde.
  • El estado cobra impuestos y hace erogaciones para crear infraestructura. Establece un sistema central de la banca. Establece leyes para la explotación de la mano de obra. Financia la educación y programas sociales para mantener la fuerza de trabajo y la estabilidad social. Subsidia industrias estratégicas, como la energía nuclear. Negocia tratados y acuerdos con otras potencias. Todo esto sirve a los intereses del capital.
  • El estado imperialista de Estados Unidos sirve para salvaguardar un imperio global. Forja una inmensa maquinaria militar de muerte y destrucción, y ha establecido más de 700 bases militares en más de cien países para reforzar las condiciones políticas favorables para la inversión y para reprimir la resistencia en otras partes del mundo. 
  • El estado sirve para legitimar el sistema. Convoca a elecciones las cuales sirven para poner un sello de "aprobación popular" sobre las políticas de la clase dominante capitalista. O sea… la idea del "consentimiento de los gobernados". Existe una idea falsa común de que por lo general el sistema de votación en Estados Unidos es bueno pero que las corporaciones y los bancos tienen más dinero para influenciar las cosas. Sí, ponen dinero en esto. Pero la verdad básica de esto es: ustedes no controlan el sistema a través de elecciones… ¡el sistema los controla a ustedes a través de las elecciones! Las agendas y las opciones son establecidas por la clase dirigente.
El gobierno y el poder estatal de Estados Unidos han funcionado constantemente, desde la fundación de la República y la Constitución, para servir a la consolidación y expansión de un mercado nacional. El gobierno y el poder estatal de Estados Unidos han funcionado constantemente para proteger un sistema de derechos de propiedad basado en el control de la producción de la riqueza por una pequeña clase de capitalistas que explota a los trabajadores asalariados.

Este poder estatal ha funcionado constantemente para servir al ascenso y expansión de un imperio global que descansa en la explotación, el saqueo y la guerra: desde el robo de territorio mexicano a la anexión de Puerto Rico, y la ocupación de las Filipinas, Vietnam, Irak y Afganistán.

He hablado acerca de esta dinámica de expandirse o morir del capitalismo. Existe una situación en que todas y cada una de las grandes corporaciones y bancos buscan obtener ventaja y posición… todas y cada una en la cacería de oportunidades lucrativas, invirtiendo como si no hubiera límites. Bajo el capitalismo, no existe una planificación o coordinación a nivel de toda la sociedad. Existe anarquía en la producción social, la que lleva a crisis. Y cuando el sistema se hunde en profunda crisis económica, el estado toma medidas para proteger el sistema contra el colapso. Eso es lo que el presidente Franklin Roosevelt hizo durante el Nuevo Trato.

Cuando se dio la crisis del 2008-09, el estado bajo Bush y Obama tomó medidas para rescatar y apuntalar a los bancos — no lo hicieron porque los bancos tenían una "influencia especial". El rescate tuvo el propósito de impedir enormes trastornos en el sistema y para proteger las instituciones financieras claves en la posición dominante de Estados Unidos en la economía mundial.

Ése fue un rescate del sistema capitalista. Hacen esto a un terrible costo para la humanidad, a un gran costo para los pobres y explotados en esta sociedad y además para sectores más amplios de la población. Y a un gran costo para la ecología del planeta.

Ahora la gente tiene que elegir entre pagar el alquiler y el cuidado de salud… y ésa es una elección que nadie debería afrontar. Los jóvenes no saben si van a tener un futuro digno de seres humanos.
Empecé por plantear la pregunta: ¿corrompen el sistema las corporaciones y bancos, o es el problema el sistema capitalista? Mi respuesta: el capitalismo-imperialismo es el problema — y necesitamos una revolución para crear un nuevo sistema digno de la humanidad. Y si ustedes quieren saber de cómo una sociedad socialista funcionaría en lo concreto, tienen que chequear la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto). (revcom.us/constitucionsocialista)
Continúa...