Sobre las reformas estructurales

Quieren robarnos para enriquecer a los imperialistas y ricachones
¡El pueblo les pondremos un hasta aquí!

Con un paquete de "reformas" reaccionarias, el gobierno pretende robar una vez más al pueblo para enriquecer aun más a los imperialistas y sus socios, los grandes capitalistas mexicanos.

Con la reforma fiscal, otra vez intentan imponer el IVA a alimentos y medicamentos, impuesto que afectaría en mayor medida a los pobres y a los trabajadores en general, mientras reducen los impuestos que pagan los ricachones al reducir la tasa máxima del Impuesto Sobre la Renta (ISR). A la vez, buscan eliminar muchos programas de beneficio para el pueblo, como el apoyo al cine mexicano (Imcine, CCC), al campo (Colegio de Posgraduados y otros programas), a las mujeres, etc. Por temor al repudio del pueblo, una mayoría de los diputados votó inicialmente en contra del nuevo IVA, pero todos los partidos en el Congreso siguen apoyando una reducción del ISR para los más ricos.

La privatización de la luz ya está en marcha, y quieren acelerarla. Ahora mismo, en violación de su propia Constitución (que reserva esta actividad para el Estado), las empresas privadas controlan el 35% de generación de electricidad, y una planta de propiedad extranjera en Mexicali produce electricidad para Estados Unidos y existen planes para 5 plantas similares más. La iniciativa del gobierno busca pasar todos los contratos más lucrativos a grandes empresas privadas extranjeras y mexicanas. Contrario a las mentiras del gobierno, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no está en crisis, de hecho, aporta ingresos al gobierno. Ya vimos en EU lo que significa privatizar la luz: mayor precio al consumidor, escandalosas ganancias para megaempresas como Enron y grandes apagones.

La privatización del petróleo también está en marcha, por medio de los llamados "contratos de servicios múltiples" (CSM) que encubren la inversión privada en un sector supuestamente reservado para el Estado. Dicen que el gobierno necesita más dinero, pero sólo por los CSM para la explotación de gas natural en la cuenca de Burgos, el gobierno dejará de recibir 7 mil 500 millones de dólares en impuestos que se pagarían si Pemex realizara esta explotación. Para colmo, ahora el gobierno federal propone exentar a las empresas privadas del pago de derechos por extracción de hidrocarburos.

Plantean cambiar la Ley Federal del Trabajo para quitarles a los trabajadores los pocos derechos que tienen en aras de aumentar las ganancias de las grandes empresas nacionales y extranjeras.

Los imperialistas y sus socios exigen más sangre, y el gobierno vendepatrias obedece

Todos estos ataques al pueblo los exigen los imperialistas (es decir, los grandes empresarios de EU, Europa y Japón), por medio de sus organismos internacionales como el Banco Mundial y el FMI, con la amenaza de retirar sus capitales si no se aprueban (y de hecho van trasladando parte importante de sus capitales a China, India y otros países). Por ejemplo, en sólo 5 años se privatizaron empresas eléctricas en 95 países, no precisamente por un repentino deseo de la gente, (ni tampoco simplemente por las políticas de los gobiernos en esos países), sino por las exigencias de los imperialistas. El Banco Mundial ha insistido en la privatización de la luz en México por lo menos desde 1995. Las grandes empresas trasnacionales de los países imperialistas buscan ensanchar sus ganancias por medio de desangrar aun más a los trabajadores mexicanos, así como a los demás trabajadores del mundo.

El gobierno y los grandes capitalistas mexicanos les obedecen servilmente, a cambio de su tajada de la explotación. Argumentan que los trabajadores nos tenemos que sacrificar para que el país sea "competitivo": lo que quieren decir es que tenemos que aceptar una explotación aún más cruel que la que sufren nuestras hermanas y hermanos de clase en China, India, Tailandia, etc., a fin de que el capital imperialista saque más ganancias y decida invertir más aquí. Así es como funciona este sistema, el sistema imperialista mundial, en que se produce para la ganancia y un puñado de grandes empresas imperialistas y mexicanas controlan la economía. Sacan sus ganancias multimillonarias de la sobrexplotación de los trabajadores, y para seguir aumentando sus ganancias, inevitablemente exigen una explotación cada vez mayor.

¡Viva el México rebelde y revolucionario! ¡Expropiar a los expropiadores!

Sus planes han topado con mucha resistencia y repudio popular: la "megamarcha", las combativas manifestaciones del magisterio, las protestas sin número por los recortes al presupuesto y la oposición de las amplias mayorías. La protesta popular ha provocado riñas y escisiones en las filas de las clases dominantes (hasta el odiado PRI se ha escindido): muchos reaccionarios no quieren pagar el alto "precio político" de las reformas frente a las elecciones del 2006, pero de aun mayor importancia, todas las clases dominantes, incluyendo a los mismos imperialistas, temen "otro Bolivia", temen que sus ataques provoquen un estallido social. Y con toda razón deben temerlo ellos. El pueblo de México no es manso, señores, ¡es rebelde y revolucionario! La historia lo demuestra.

Pero las riñas en las clases dominantes, reflejadas en el circo en el Congreso de la Unión, no van más allá de disputas sobre hasta qué grado y cómo mejor apretar la tuerca al pueblo. Todos los partidos electorales están de acuerdo en que hay que atraer más inversión imperialista, ofreciéndole la perspectiva de mayores ganancias. Ninguno de los partidos en el Congreso propone ahora ni siquiera dejar de regalarle a la banca extranjera los 27 mil 655 millones de pesos al año por el IPAB/Fobaproa. Ninguno propone parar el saqueo que implica la deuda externa, por la que se pagaron casi 30 mil millones de dólares solamente en el primer año del gobierno de Fox. Ningún partido electoral lo propone, porque representan los intereses de los grandes capitalistas e imperialistas y defienden el actual sistema.

El proletariado consciente de clase sí propone repudiar la deuda externa y el IPAB. El proletariado revolucionario apoya toda protesta popular contra estas "reformas" reaccionarias, y a la vez señala que para resolver el problema de raíz, México tiene que dejar de ser una semicolonia del imperialismo, principalmente yanqui, y para eso hace falta una revolución.

Los trabajadores de México y de todo el mundo hemos creado toda la riqueza que existe, pero un pequeño puñado de imperialistas, grandes capitalistas y terratenientes nos expropian los frutos de nuestra labor, y nos exigen que entremos en una absurda competencia con los trabajadores de otros países para ver quién puede hundirse más en la pobreza y miseria para que los multimillonarios se enriquezcan más. ¡Ya basta! Hay que expropiar a los expropiadores, confiscando la propiedad de los imperialistas, grandes capitalistas y terratenientes y poniéndola al servicio del pueblo. Esto sólo es posible con la Revolución de Nueva Democracia que abre el camino a la Revolución Socialista y la liberación del pueblo. En vez de competir con los trabajadores de otros países para beneficiar a los imperialistas y sus achichincles, luchamos por unirnos con los trabajadores de todo el planeta en la revolución proletaria mundial para liberar a la tierra de los imperialistas y todos los explotadores.

Unámonos toda la gente del pueblo, por encima de las diferencias que pueda haber, en la lucha contra estas reaccionarias "reformas". Dentro de esta unidad contra estas "reformas", debatamos las causas de estos ataques y la solución. Los revolucionarios proletarios dicen que el mal hay que cortarlo de raíz.

¡Parar las reformas reaccionarias!

¡Repudiar la deuda externa y el IPAB!

¡Confiscar la propiedad de los imperialistas, grandes capitalistas y terratenientes y ponerla al servicio del pueblo trabajador que ha producido esa riqueza!

¡Luchar por la Revolución de Nueva Democracia y el Socialismo!

¡Viva la revolución proletaria mundial!

Movimiento Popular Revolucionario


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¡Abajo la OMC!

¡Abajo la OMC! ¡Combatir la dominación imperialista!

Duerme un niño en el metro, uno de miles sin techo sólo en la Ciudad de México. Muere un trabajador en la frontera norte, uno de más de cien muertes solamente en los meses de junio y julio por el supuesto "crimen" de buscar trabajo. Muere de diarrea una niña en el campo, una de 1.5 millones de personas que cada año mueren sin necesidad por la pobreza, sólo en América Latina. Esta es la realidad del sistema mundial en que vivimos, que condena a más de la mitad de la gente en todo el mundo a vivir con menos de 20 pesos al día y en que cada tres minutos un niño muere de hambre.

Este sistema tiene nombre y apellido: es el sistema imperialista mundial. En este sistema un puñado de multimillonarios mandan y viven del trabajo de los demás: la fortuna de sólo 358 superricos es más grande que los ingresos de 2 mil 300 millones de personas pobres. En este sistema los países imperialistas, junto con sus socios los grandes capitalistas y terratenientes locales, dominan y explotan a los países oprimidos de Asia, Africa y América Latina: sólo el 20% más rico de la población mundial acapara las tres cuartas partes de la riqueza del mundo.

La OMC: instrumento de dominación imperialista

La OMC es un instrumento clave para mantener e intensificar esta dominación económica imperialista, por medio de abrir los mercados y los países a los productos y las inversiones de un puñado de grandes empresas trasnacionales. La OMC fue formada en 1995 como resultado de las negociaciones del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT, en inglés), y 146 gobiernos son miembros, incluyendo México.

La OMC sirve, bajo la consigna de "libre comercio", para bajar los aranceles (impuestos sobre las importaciones que protegen la producción nacional de un país). La realidad de su "libre comercio" es abrir los mercados para que los grandes capitales devoren a los pequeños: las 500 empresas trasnacionales más grandes, mayormente norteamericanas, controlan el 70% del comercio mundial entre un país y otro.

La OMC también sirve para promover la "inversión extranjera", lo que significa que las empresas imperialistas se adueñan cada vez más de las economías de los países oprimidos. En México estas empresas extranjeras son los propietarios de algo así como la cuarta parte de la economía. De las 106 empresas más grandes en México, 83 son de capital 100% extranjero. Los imperialistas vienen a países oprimidos como México para sacar grandes ganancias de la superexplotación de los obreros. Por ejemplo, las empresas trasnacionales de EU sacan ganancias de robarles parte de los frutos de su trabajo a los trabajadores en EU, y aquí hacen lo mismo, sólo que aquí a los obreros manufactureros les pagan 12 veces menos que en EU por el mismo trabajo.

La OMC también sirve para quitar leyes laborales y de protección a la salud, el medio ambiente y los derechos humanos que no son del agrado de los imperialistas, por supuestamente ser barreras al "libre comercio". La OMC obligó a los países europeos a aceptar carne de res tratada con hormonas artificiales, sospechosas de perjudicar la salud. Ahora Estados Unidos está exigiendo ante la OMC que se quiten las restricciones a los organismos genéticamente modificados (transgénicos), cuyo impacto en los seres humanos se desconoce en buena medida. En Guatemala, la sola amenaza de la empresa transnacional Gerber de levantar una demanda en la OMC fue suficiente para que el gobierno se echara para atrás en su ley para alentar, en las etiquetas de los productos, a criar a pecho a los bebes: lo que contribuyó sin duda, a más muertes infantiles innecesarias. En los mismos Estados Unidos la OMC también tomó una decisión contra una ley que protegía tortugas en peligro de extinción. Las empresas farmacéuticas han utilizado la OMC para tratar de impedir la producción de medicamentos genéricos más baratos para ayudar a los pobres. Ahora la OMC está en proceso de negociar reglas aún más estrictas que las reglas del Tratado de Libre Comercio (TLC) que obligaron a México a pagar 17 millones de dólares a la empresa estadounidense Metalclad, por haber demorado la operación de su planta de procesamiento de desperdicios tóxicos, a pesar de que fue construida sobre el suministro de agua potable local sin permiso de obras.

Nuevos ultrajes en camino

Ahora se están tramando nuevos ataques a los pueblos del mundo por medio de la OMC. Uno de los más importantes es el Acuerdo General sobre el Comercio en Servicios (GATS, en inglés), que se está negociando en secreto y que aplicaría las reglas de la OMC a muchos servicios públicos, como son educación, "energéticos" (petróleo, luz), salud, agua, correo y muchos más. Tiene el propósito de irlos privatizando y que las empresas trasnacionales se apoderen de ellos.
También están negociando en secreto nuevos acuerdos en la agricultura, esfera en que los países imperialistas persisten con enormes subsidios a sus empresas agrícolas, mientras exigen que los países oprimidos quiten subsidios y protecciones a su agricultura, situación que ya ha acelerado la ruina de los campesinos en México y muchas otras partes.

Estos y otros ataques a los pueblos del mundo son parte de la actual ronda de negociaciones de la OMC, programada para terminarse el 1E de enero de 2005, y cuyos avances serán analizados en la reunión de la OMC en Cancún en septiembre. El gobierno mexicano, en palabras de un analista, "actúa casi como el estado 51 de Estados Unidos en estas negociaciones".

Impulsar la protesta popular contra la dominación y la guerra imperialista

Los crímenes de la OMC, y del sistema de que es parte, provocaron poderosas manifestaciones contra su Tercera Reunión Ministerial en Seattle en 1999. Docenas de miles de estudiantes, obreros, campesinos, profesionistas y muchos más, con variadas tácticas y posiciones políticas, trastornaron y finalmente pararon la reunión, en un manifiesto político que impulsó enormemente al combativo movimiento contra la globalización que no ha dejado en paz a los imperialistas en sus reuniones en Davos, Bangkok, Washington, Génova, Praga, Gotemburgo, Melbourne, Evian y muchos otros lugares, incluyendo manifestaciones aquí en Cancún y Monterrey. A través de este movimiento se ha forjado una inspiradora unidad de gente de muchos países contra las depredaciones de las empresas trasnacionales y los organismos internacionales como la OMC que administran e intensifican la dominación imperialista.

Los imperialistas también imponen su dominación con bombas y misiles, como en las recientes agresiones sangrientas encabezadas por los imperialistas yanquis en Afganistán e Irak. Los pueblos del mundo llenaron las calles para protestar contra estos crímenes: por ejemplo, el 15 de febrero, 2 meses antes de la invasión de Irak, ocho millones de personas protestaron simultáneamente en cinco continentes.

No somos "globalifóbicos", somos antiimperialistas. A la globalización imperialista y la guerra imperialista contraponemos la globalización de la protesta popular y el internacionalismo proletario.

El MPR también declara que otro mundo es posible: el socialismo, en que la economía está al servicio del pueblo y no de las ganancias de los imperialistas y sus socios. Nos inspira ahora sobre todo los grandes avances de la guerra popular dirigida por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta), que demuestran que el pueblo sí puede tomar su destino en sus propias manos y comenzar a construir un mundo nuevo.

Para todos los que no están conformes con lo que este sistema significa para el pueblo, la reunión de la OMC en Cancún es una importante oportunidad para desenmascarar la brutal realidad de su "libre comercio" ante los pueblos del mundo, mostrar que los imperialistas y sus socios son el enemigo común del pueblo en todo el globo terrestre, y fortalecer la unidad internacional de la lucha popular en su contra. En esta batalla, hay que unir a todos los que se oponen a la OMC, respetando las diversas posiciones políticas y tácticas, y también promoviendo el debate en el seno del pueblo. Dentro de esta amplia unidad, alentamos a que, con muy diversas y creativas tácticas, se denuncie el carácter imperialista de esta reunión y se luche por trastornarla de diversas maneras y pararla. Este puñado de representantes de los imperialistas y sus títeres no tienen derecho de reunirse para decidir en los intereses de estos explotadores el destino del mundo.

¡Abajo la globalización imperialista!
¡Trastornar y parar la OMC!
¡No somos "globalifóbicos", somos antiimperialistas!
¡La revolución es la solución!
¡Viva el internacionalismo proletario!

Movimiento Popular Revolucionario
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OMC - Folleto

Descargar aquí el folleto sobre la Organización Mundial de Comercio (OMC): OMC

Movimiento Popular Revolucionario, La Organización Mundial de Comercio Continúa...

Invasión y ocupación de Irak

¡PARAR LAS GUERRAS GENOCIDAS DEL IMPERIALISMO YANQUI!

No hay palabras para describir los crímenes contra la humanidad que cometen contra niños y civiles inocentes con el horrendo y brutal bombardeo, invasión y ocupación de Irak por parte de los imperialistas de Estados Unidos y Gran Bretaña, con el aval de España. ¿Para qué? Para que Estados Unidos se apodere del petróleo, muestre que puede poner y quitar gobiernos a su antojo, y cumpla con su sueño de un solo imperio mundial yanqui, a fin de enriquecer aun más a un puñado de multimillonarios.

Genocidio en nombre de "desarme, paz y liberación"

Esta guerra genocida la tratan de justificar ¡en nombre del desarme y de preservar la paz!

Pero en la hora de la hora, Bush ya no exige el desarme sino la salida de Saddam Hussein de Iraq y deja en claro que aunque hubiera salido, de todas formas EU invadiría y ocuparía Irak. El "desarme" siempre ha sido una cortina de humo. Su verdadero propósito siempre ha sido, como el mismo Bush ha señalado, "un cambio de régimen": es decir, la completa dominación yanqui. Desde hace tiempo Estados Unidos planea invadir a Irak, y a la vez ¡exige que su víctima se desarme!

¿Quiénes son los imperialistas yanquis para condenar a otros de contar con "armas de destrucción masiva"? Ellos tienen bastante más que nadie y son los únicos que han usado armas nucleares, incinerando en un instante a más de cien mil civiles inocentes en Hiroshima y Nagasaki, Japón.

Cuando Saddam Hussein era un títere más obediente, Estados Unidos le suministraba armas químicas y biológicas para usar en su guerra contra Irán. Los yanquis le mandaron ántrax en 1978 y siete veces más en la década siguiente; en 1988 Bush padre aprobó la exportación a Irak de cultivos virales para fines militares y un contrato privado de mil millones de dólares para una fábrica capaz de producir gas mostaza y petroquímicos. Los muy reales crímenes que Hussein cometió contra poblaciones kurdas e iraníes que Bush hijo denuncia hipócritamente ahora ocurrieron cuando Estados Unidos apoyaba a Hussein, le suministraba estas armas y encubría los crímenes de su títere.

Dicen tantas mentiras y no les importa que se contradigan. Por una parte Bush dice que van contra Hussein porque está vinculado con el 11 de septiembre y con Osama Bin Laden (aunque hasta la CIA ha dicho que no hay evidencia de eso), y por otra parte dice que están en esta campaña contra Hussein desde hace 12 años, mucho antes de su actual cruzada supuestamente contra el terrorismo.

Finalmente nos dice que su guerra es para traer "liberación y democracia" a Irak ¡por medio de instaurar un gobierno militar comandado por un general yanqui! ¡Es el colmo! Y luego tiene el descaro de proclamar su guerra en nombre del "mundo", cuando millones en todo el mundo y en los mismos Estados Unidos se han manifestado en contra, la gran mayoría de la gente del mundo está en contra, e incluso muchos gobiernos, presionados por sus pueblos, se han pronunciado en contra. Bush ni pudo convencer de su invasión a otras potencias imperialistas en el Consejo de Seguridad de la ONU, como Francia, Rusia y Alemania, que no quedaban satisfechas con la tajada que les iba a tocar.

El "desarme" en boca del imperialismo yanqui significa que sólo ellos pueden tener grandes cantidades de armas de destrucción masiva para poder invadir y someter al país que sea. Se creen los amos del mundo y tildan de "terroristas" a viejos títeres renegados como Hussein que ya no les obedecen completamente, y a fuerzas populares progresistas y revolucionarias. La "liberación y democracia" de que hablan significa que el gobierno de Estados Unidos decida cuál va a ser el gobierno de otros países.

Su guerra es para dominar a Irak, el Oriente Medio y el mundo

Muchos entienden que la guerra contra Irak es una guerra para apropiarse del petróleo de Irak, con lo cual los yanquis tendrán más control sobre Europa, Japón y otros países dependientes del petróleo iraquí. También es una guerra para dominar más a Irak, el Oriente Medio y el mundo.

Los mismos imperialistas señalan que es para "rehacer el mapa del Medio Oriente" y que se inscribe en su supuesta "guerra contra el terrorismo". Pero su "guerra contra el terrorismo" es en realidad una guerra contra los pueblos del mundo: invaden a Afganistán, sueltan a Israel para asesinar a los palestinos, mandan tropas a Colombia y contra la guerra popular en Filipinas, intentan derrocar a Hugo Chávez en Venezuela, arrestan secretamente, sin cargos ni derechos legales, a cientos de supuestos sospechosos en los mismos Estados Unidos. En México establecen sus mortíferas "fronteras inteligentes" y su "cero tolerancia".

¿Cuál será el próximo país invadido por EU? ¿Irán, Corea del Norte, Siria, Colombia, Filipinas, Nepal, Sudan? Su lista de enemigos es larga. Si se salen con la suya en Irak, los imperialistas desatarán nuevas guerras y agresiones contra otros pueblos. HAY QUE PARARLOS.

¡Viva la resistencia de los pueblos del mundo!

La única fuerza capaz de pararlos son los pueblos del mundo. En las semanas antes de su criminal guerra, millones salieron a la calle a protestar, empezó a surgir y se desarrolló un elevado e inspirador espíritu de la lucha unida del pueblo por todo el mundo en contra de esta guerra reaccionaria, y hasta el portavoz imperialista The New York Times tenía que reconocer que ha surgido una segunda "superpotencia", la opinión pública mundial. Millones y millones salen a la calle por todo el mundo a expresar su ira contra los crímenes de guerra, y los reaccionarios muestran una vez más su verdadera naturaleza reprimiendo a los manifestantes en muchas partes, como los ataques policíacos en Los Angeles, Nueva York, San Francisco, y la brutal represión a una gran manifestación frente a la embajada yanqui en Yemen, con saldo de tres muertos. México no ha sido la excepción: la policía capitalina reprimió ferozmente a manifestantes que expresaban su justa ira frente a la embajada yanqui, un nido de prepotentes representantes imperiales y agentes de la CIA, donde se organizó el golpe de Estado de Huerta contra la revolución mexicana, tuvieron las manos metidas en la masacre del 68 y desde hace tiempo impulsan aquí la guerra sucia.

La lucha del pueblo aquí y en todo el mundo fue un factor fundamental para que un reaccionario como Vicente Fox sintiera que no podía votar a favor de la guerra en la ONU, (aunque ni siquiera se atrevió a mencionar públicamente su tímida "discrepancia" hasta después de que el asunto ya estuvo decidido, y ha cooperado en todos los asuntos prácticos con EU, incluyendo la reciente presencia en Chiapas de un grupo de Marines de las fuerzas armadas de EU).

Un punto fuerte del pueblo y el punto débil de los imperialistas es que están aislados de las masas, y hay que darles en su punto débil. Las protestas contra su guerra sirven bastante para desenmascarar y aislarlos cada vez más, alentar el justo odio del pueblo por sus crímenes, y unir la lucha del pueblo por todo el mundo.

Frente a la guerra internacional de los imperialistas, hace falta la resistencia popular internacional, y por eso comienza a organizarse en el sur de Asia, Europa, América latina, Norteamérica y otras partes el Movimiento de Resistencia de los Pueblos del Mundo justamente para unir las luchas de los pueblos del mundo contra los imperialistas. ¡Norte, sur, este y oeste, unamos las luchas de los pueblos del mundo!

Un gigante con pies de barro

Los imperialistas, igual que los capos de cualquier mafia, intentan "convencer" a la gente comprándola o amenazándola.

Ya vimos como trataron de "convencer" a México: amenazándonos con represalias si no apoyábamos sus crímenes contra la humanidad. Nuestra respuesta es la misma que dieron algunos valientes campesinos de "El campo no aguanta más" a la propuesta de Fox de supuestamente "solucionar" los problemas del campo con dinero de altas ganancias de venta de petróleo por la guerra: no queremos dinero empapado con la sangre de gente inocente de Irak.

En Irak los imperialistas aplican lo que ellos llaman una guerra de "conmoción y pavor": una rápida y horrorífica matanza y destrucción con el propósito de inducir pavor y lograr una victoria rápida, una versión actualizada del "blitzkrieg" de Hitler. Es muestra de su fuerza pero también de su debilidad. En Irak ellos mismos admiten que no les está saliendo como planeaban y tienen temor de entrar en Basora y Bagdad por el peligro de enfrentamientos callejeros. ¿Por qué se apoyan sobre todo en comprar o tratar de infundirle pavor a la gente? Por que saben que la gran mayoría del pueblo por todo el mundo los odia por sus crímenes y por la pobreza y opresión en que nos mantienen. Como señaló Mao Tsetung, aunque en un sentido inmediato los imperialistas son verdaderos y peligrosos tigres, a lo largo son tigres de papel porque viven aislados de las masas: a fin de cuentas serán derrocados por el pueblo al que explotan y oprimen.

Los imperialistas están sentados sobre un volcán: con sus crímenes están despertando a millones en todo el mundo a la lucha en su contra, y desatando todo tipo de agudas contradicciones que fácilmente se les salen de las manos. Es muy posible que estos mismos crímenes horrorosos de los imperialistas aceleren su fin. Ahora mismo comienza a perfilarse una nueva ola de la revolución proletaria mundial, cuya avanzada más destacada es la guerra popular de los obreros y campesinos que ya han liberado grandes partes de Nepal, con la dirección del Partido Comunista de Nepal (Maoísta), comprobando en los hechos una vez más que otro mundo es posible: el socialismo al servicio del pueblo. Apoyamos esta heroica lucha y apliquemos sus lecciones aquí.

Compañeras y compañeros: los imperialistas están masacrando a gente como nosotros, a nuestras hermanas y hermanos de clase en Irak. Es hora de actuar. ¡Salgamos a las calles! ¡Que resuene la condena popular por todo el globo terrestre!

Movimiento Popular Revolucionario

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